¿Cuántas veces has practicado dietas para perder peso? ¿Cuántas veces no cumpliste la dieta y sentiste que fracasaste? ¿Cuántas veces recuperaste el peso perdido luego de dejar la dieta? Si esta historia te suena familiar, créeme no solo te pasa a ti.
En el mundo miles de personas se encuentran practicando dietas que les prometen la pérdida de peso, y aunque en un principio la práctica de estas dietas pueden resultar con algunos kilos menos, no te cuentan lo que puede suceder con este peso logrado a mediano y largo plazo.
Estudios han analizado los resultados a largo plazo de practicar dietas y han develado que luego de la dieta no solo se recupera el peso perdido sino que se gana más peso de lo que se perdió. Y no solo eso, sino que pueden conllevar a cambios fisiológicos que provocan enlentecimiento del metabolismo, resistencia a perder peso y a modificaciones en las señales de hambre y saciedad incrementando el apetito y el deseo por comer.
Las ganas de seguir buscando el peso soñado y de encontrar la dieta que sí funcionará pueden sumergir a un ciclo de dietas. Sin embargo, hacer dieta tras dieta además de provocar el efecto rebote puede ser perjudicial para nuestra salud física. La evidencia sugiere que perder y aumentar de peso repetidamente está relacionado con enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, diabetes, estado de inflamación y una función inmunológica alterada.
Entonces, ¿qué funciona?
Las dietas son insostenibles y no están asociadas con la pérdida de peso a largo plazo ni con el mantenimiento del peso perdido. En consecuencia, muchos nutricionistas y profesionales de la salud ahora están alentando a las personas a trabajar sus comportamientos alimentarios, a confiar en su propia regulación interna de las señales de hambre y saciedad y a conectarse al momento de comer. Lo anterior significa llevar una alimentación nutritiva con alimentos que nos guste y darse el permiso incondicional para comer escuchando las propias señales de hambre. Esto no solo ayudará a mantener un peso saludable y estable, sino que mejorará la relación con la comida y el cuerpo. Olvídate de las dietas restrictivas, adopta una alimentación saludable y suficiente e incorpora hábitos positivos para tu salud.